Es en primer lugar un acto de decisión. Atiendes artísticamente cuando decides atender a cada cliente, externo o interno, con dignidad e intención de influir positivamente en él. Decidir es resolver. Cuando decides brindar atención con un nivel artístico, tomas una determinación superior sobre ti, sobre tu inteligencia, sobre tu brillo personal y todo el potencial creativo que tienes.
La decisión personal es el primer paso de la atención artística porque es algo que eliges hacer por ti y para ti. Es una oportunidad única que te regalas tú, porque nadie puede obligarte a atender con gusto y ser un artista de tu vida. Cuando brindas atención con arte, las personas sienten que tuviste una valentía especial, un coraje superior para tomar la decisión de dar lo mejor de ti al atenderlas y ayudarlas.
Decidir atender con excelencia es valorarte, como ser humano. Al brindar arte a través de tu desempeño, te gratificas tú, te premias, te atiendes tú mismo con aprecio, te proporcionas bienestar y encuentras en la atención la oportunidad más significativa de plenitud personal y profesional
Así pues, si la atención artística es una visión y una filosofía de vida, entonces se trata de un asunto crucial para las personas y cualquier organización. De esta manera, un equipo de trabajo, una empresa, una organización social o una institución pública que se propone desempeñarse con nivel artístico, también debe comenzar por decidirlo. Lo cual representa también un reto esencial a sus va- lores, a su convicción, a su coherencia, a su voluntad de supe- ración y su verdadero compromiso con el mejoramiento diario.
En este sentido, atender artísticamente es atender con dignidad, excelencia, integridad, nobleza, honor. Atender, ayudar y servir a otros con dignidad, supone dignidad hacia uno mismo, lo que significa en términos simples ser persona y ser gente en la manera de comportarse.
Recuerda que la atención artística de los clientes es el trabajo profesional más digno que existe, porque es el trabajo que requiere más valor personal, hacia ti, hacia lo que haces y hacia las personas. Al tener una visión del trabajo de atender con sentido de arte, logras experimentar un gran disfrute laboral, porque la excelencia en la atención te dignifica como ser humano y te hacer sentir tu potencial para ser útil.
Por último, atender clientes artísticamente quiere decir que atien- des con una clara intención de influir positivamente en el estado de ánimo de las personas con quienes interactúas. El artista de la atención tiene el propósito consciente de conmover a cada cliente, de hacerse notar y no pasar desapercibido. Atiendes artísticamente cuando no trabajas con indiferencia, cuando no eres apático frente a las personas que te necesitan y cuando no te desempeñas como si fueras un robot o estuvieras fastidiado de hacer tu trabajo.
Atiendes con arte, cuando se te nota la pasión que produce decidir trabajar con dignidad de ayudar y orgullo de servir. Al atender con un nivel artístico, tu objetivo es captar la atención del cliente y deslumbrarlo con el gusto que transmites por lo que haces. Es un placer que produce admiración, que fascina y genera aplausos. Como artista de la atención al cliente, tu meta personal es transformar la rutina y lo ordinario en momentos extraordinarios para la gente, dando lo mejor de ti, como persona y como profesional.
Gracias a tu búsqueda de excelencia artística, logras hacer que las labores y las funciones complejas luzcan sencillas, fáciles de realizar y hasta divertidas. De esta manera influyes positivamente en el estado de ánimo de la gente que se te acerca para que la atiendas. Ya sabes, en este libro, atender clientes artísticamente significa decisión de marcar la diferencia con cada persona con la que interactúas, atendiéndola con dignidad e intención de influir positivamente en ella.
